"Equipos de Alto Desempeño: No perdemos,
no empatamos, todos los partidos los ganamos, pero más que todo DISFRUTAMOS"
Hace no mucho tiempo en un pueblo pequeño de Costa Rica, a las afueras
de Cartago, existían dos pequeñas familias, sus casas estaban una al frente de
la otra, eran dos parejas jóvenes que recién y casi que al mismo tiempo se
estaban mudando a esa área.
Entre estas dos parejas existía una marcada diferencia a nivel económico,
por un lado estaba Fernando y Ángela, una pareja con mucho poder económico, venían
de familias acaudaladas, todo en la vida se les había facilitado sin mucho
esfuerzo, con estudios y posgrados en el extranjero, con puestos muy
importantes en el Gobierno. Por otro lado estaba Sebastián y Valeria una pareja
de escasos recursos, de familias humildes y con trabajos mal pagados.
A nivel personal Fernando y Ángela
eran personas engreídas y prepotentes que no les importaba humillar y pasar por
encima de nadie, mientras que Sebastián y Valeria se caracterizaban por ser
personas muy agradables y siempre anuentes a ayudar a todo aquel que se los
pidiera.
Paso el tiempo y la familia de Fernando y Ángela creció, mientras que
la otra familia no, al parecer no podían tener hijos y para terminar de
agraviar más el problema, esta situación constantemente se la recordaba
Fernando a Sebastián cada vez que lo veía y le decía “Sos tan inútil que ni
chamacos podes hacer, no servís para nada”, situación que entristecía mucho a
la pareja, pero como buenos vecinos no decían nada más que dar una sonrisa aunque
no la merecían.
Luego de un tiempo cuando Fernando y Ángela ya iban por el 6to hijo y
casi como un milagro Valeria queda embarazada, toda una bendición para la
pareja, fue tal la felicidad que hicieron una pequeña fiesta para celebrar,
algo muy humilde pero al final de cuentas era un acontecimiento que en verdad
se tenía que festejar, de nombre le pusieron Andrés.
Resulta que Andrés
le encantaba el futbol, con mucho esfuerzo Sebastián logra comprarle una pelota
de Futbol y comenzaron a practicar como padre e hijo al frente de la casa. Cuando
Fernando vio tal acontecimiento le grito a Sebastián que lo retaba a un partido
de futbol, él lo único que quería era humillarlo y vio la oportunidad en tal
propuesta, Sebastián respondió que si claro que no había problema que le encantaría,
pero que le diera tiempo para poder buscar y conformar un equipo, Fernando le
contesto que estaba bien que buscara todo lo que quisiera que él estaba listo, ya
para ese entonces la familia de Fernando se componía por 10 hijos todos varones
más él, estaba el equipo completo.
El día siguiente
y muy temprano Fernando despierta a toda su familia y les dice que tienen un
reto, un partido que pronto vendría y que tenían que entrenar porque no les iba
a permitir el fallar, así que los pone primero a correr alrededor de la cuadra mientras
que él llevaba en tiempo sentado en el pórtico con su acostumbrada cerveza extranjera
en la mano y cuando pasaban les gritaba más rápido más rápido que tenemos que
ganar. Sebastián también se pone a entrenar con la diferencia que el sale a
correr junto a su hijo, mientras corrían iban discutiendo a quienes llamarían para
formar parte del grupo, encontraron que en su propia familia, con primos, tíos demás
parientes podían conformar el equipo, así que cuando llegan a la casa y junto a
Valeria planean quienes son los mejores candidatos, Valeria les dice pueden
llamar a los trillizos de su prima me han dicho que trabajan muy bien juntos y
que se ayudan entre ellos, luego Sebastián les dice “y también a tu sobrina
ella es muy rápida y ágil”, muy entusiasmados pasaron toda la noche hablando y
planeando quien y como harían las cosas, el día siguiente realizan unas llamadas
y convocan a los seleccionados para que formen parte del equipo.
Fernando por
su lado contrata a un preparador físico he inscribe a sus hijos en el gimnasio,
iba a poner todos los medios a su disposición para no perder la contienda y les
exige a sus hijos el 100 % siempre, sin descanso y sin quejas.
Sebastián ya
con el equipo conformado los llama y les dice “Familia que dicha que todos están
aquí, tenemos un partido contra un vecino y su familia, así que vamos a prepararnos
para ese día pero más que todo a disfrutar como familia”, Sebastián y su
familia salían casi todos los días a entrenar, a practicar y se oían rizas y alegría,
en definitiva la pasaban bien, así mismo Sebastián los veía con detenimiento
para determinar en qué posición mejor se desempeñaban y realizaba cambios en el
momento que notaba que algún integrante podía explotar mejor sus habilidades en
otra posición, como por ejemplo los trillizos en un inicio estaban de defensas,
porque siempre jugaban en esa posición, pero Sebastián se dio cuenta que los 3
trabajaban tan bien justos que decidió colocarlos en la delantera, su hijo Andrés
le gustaba ser delantero, pero con el paso de tiempo se percató que sus
cualidades estaban como portero, no se le escapaba una. Y así fue puliendo y sacando lo mejor de si de
cada colaborador del equipo. La motivación estaba a flor de piel Sebastián se
preocupaba porque todos estuvieran bien y se sintieran cómodos con lo que hacían
y en todo momento les recordaba lo importantes que son y siempre les decía lo
principal es Disfrutar y lo gritaba a los 4 vientos.
Llega el día
esperado de la contienda y entran los equipos al área de juego, con tanto
entrenamiento y con toda la preparación física, los hijos de Fernando tienen
una condición física incomparable, era casi como ver fisicoculturistas con
uniformes de futbolistas, tenían y conocían las mejores técnicas aplicadas en
esta disciplina y pocas palabra su preparación era muy superior. En el momento
que entre el equipo de Sebastián el equipo oponente se mofa de ellos y les
dicen que van a perder que mejor que ni lo intenten, pero ellos venían a pasar
un rato agradable.
Empieza el
partido y a pesar que el equipo de Fernando tiene una mejor preparación, no se
ponen de acuerdo en la cancha y pierden una tras otra oportunidades a gol,
claro el equipo de Sebastián tenía una portería impenetrable, todo gracias a un
buen liderazgo y a que se identificó un gran potencial en esa área. Tanto Sebastián como Fernando están jugando
con sus equipos como capitanes y en todo momento se escucha a Sebastián diciéndole
a su equipo “vamos ustedes pueden sigan a delante” y por otro lado a Fernando
gritando palabras groseras he hirientes a sus hijos. Luego de 30 minutos de partido
a Fernando se le nota un marcado cansancio y claro él no se puso a entrenar,
solo mandaba a sus hijos hacerlo.
Llega el
segundo tiempo y el marcador sigue cero a cero, al minuto 15 de la segunda
etapa, los trillizos montan un contra ataque de película desde media cancha,
uno se pasa la bola al otro y así fueron sorteando la bola hasta llegar al área
de tiro, tiran a marco y sin poder hacer nada el portero la bola entra hasta el
fondo y es un gran Goooooooollllllllllllllll, gritan todos, una gran celebración,
en ese mismo instante Fernando estalla de cólera no puede creer que vayan
perdiendo, con todo lo que ha invertido para que esten listos y les grita a sus
hijos una y otra vez, que son unos inútiles que no parecen sus hijos, luego de
tanto berrinche el mayor de los hijos de Fernando se vuelve a su padre y le
dice “no más, te quedas solo” y sale de la cancha y detrás de él van el resto
de sus hermanos, quedando solo Fernando en medio de la cancha, sin palabras que
decir y sin poder creer que lo dejaran solo, el árbitro no le queda de otra que
decir “Bueno dado esto gana el equipo de Sebastián” todos celebran por el gane
y se oye que grita Andrés No perdemos, no empatamos, todos los partidos
los ganamos, pero más que todo nosotros y el mismo tiempo todos dicen “DISFRUTAMOS”.
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